“Volvería a hacerlo sin pensármelo”
Ana María Brotons, trabajadora del Banco de Sangre, se animó a donar sangre por primera vez hace unas semanas. Desde entonces confiesa que se siente “estupendamente” y que volverá a hacerlo en cuanto pueda porque es un acto muy necesario. “En el momento que menos te lo esperas un familiar o un amigo pueden necesitar sangre y es necesario que haya reservas”, advierte.
Respecto al proceso de donación, Ana María destaca el buen trato recibido por parte del personal sanitario y señala que se sintió como en casa. “No me dolió nada, la enfermera tenía unas manos mágicas”, explica entusiasmada.
Por este motivo, Brotons invita a todas las personas que aún no son donantes de sangre a que donen por primera vez y experimenten por sí mismos la sensación de ayudar a los demás.